3 razones por las que cuesta decir que no

Quizás te ha pasado.

Tú querías aprovechar el finde para descansar, hacer algo de deporte, relajarte después de una semana intensa de trabajo…

… pero esa persona que todavía mantienes en tu entorno te dice de hacer un plan que no te apetece del todo. Que rompe con lo que pensabas hacer.

Es una persona que una parte de ti, cada vez quiere menos tenerla cerca. 

Pero te cuesta decir que no.

¿Por qué?

1- Por el qué pensará el otro

La más evidente.

Y las consecuencias que crees que eso puede tener para ti. 

Que te sientas excluido, solo… o tengas problemas en el trabajo si dices que no a tu jefe…

En fin, escenas que aparecen en la mente de lo que pueda pasar si dices que no.

2- Por lo que crees que negarte dice de ti

Desde pequeños nos enseñan lo que está “bien” y lo que está “mal”.

Y hay una creencia generalizada de que si uno dice que no, pone límites o dice lo que piensa cuando eso no encaja con lo que piensan los demás, está siendo maleducado, borde o incluso hostil.

Y en el caso de antes, decir que no podría provocar pensar algo así como:

“No me hace mucha gracia esta persona, pero está siendo amable al ofrecerme un plan y yo voy y le digo que no…soy un borde”

3- Por evitar sentir

Cuando uno tiene la intención de decir que no a una persona, de romper con las expectativas de los demás, puede aparecer una sensación de tensión, de incomodidad por esa situación.

Y muchas veces, con tal de evitar sentir esa incomodidad, se cede y se hace lo contrario de lo que uno mismo quería.

No te juzgues duramente cuando te pase, es lo más normal, pero ahora puedes intentar pillarte cuando se dé la situación y cambiar el rumbo.

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Por tus límites liberadores,

Manuel Umbert.